EL MOSQUETÓN PERDIDO.
05 de Marzo de 2010, 07:45 y suena la alarma, no hubo repetición esta vez. Resulta que ya estaba despierto desde hace un minuto y empezaba a prepararme para lo que iba a ser un bonito día de escalada.
Desayuno algo más potente de lo habitual, la suerte de la doble ración de azúcar en el colacao y dos buenas tostadas estaba echada.... sin ninguna duda se transformarían en la energía potencial necesaria para elevar mis más o menos 65 kg de masa unos cuantos metros sobre la bien querida por todos roca caliza.
Bien, con buena puntualidad todos aparecimos a la hora acordada. Sin perder el tiempo (de esto ya se encargaría el magnífico GPS de Jorge) nos montamos en el coche y ponemos rumbo a Los Cahorros. Mientras Jorge estaba muerto de frío y con el pijama bajo la ropa, su padre vacilaba:
4ºC chavales.
¿4ºC? Venga ya, por lo menos estamos a -5ºC
Sii....jajajaj Esto es gloria, veréis allí metidos en el cañón y a la sombra....
Se equivocó, una pequeña caminata con sus correspondientes subidas hasta las vías fueron suficientes para que a Jorge le sobrara el pijama y entrara en calor. Ya se van viendo.... ese brillo que reflejan las chapas cuando le da el sol es inconfundible, un buen escalador no necesita ni verlas, un sexto sentido está aun por descubrir: la capacidad de detectar esas chapas y con ello buenas vías para subir (seguramente hay un órgano por ahí que se encarga de ello).
Yo no conozco esta zona pero allí en frente hay vías de menos dificultad, cuando estuve aquí me pareció ver a una chavalilla probando- dijo Jorge.
Venga va... vamos entonces por este otro camino- dije.
Jodeerr!! Mirad que regalito nos han hecho.
Cierto, Adrián no se confundió. Nos habían dejado una vía montada, salvo las dos primeras chapas estaban puestas todas. A simple vista es de esas vías que dices: “no me meto yo aquí ni loco”. Pero claro, ¿¡¿Quién no se siente más tentado de lo habitual cuando están todas esas cintas puestas, dispuestas para que por ellas pase la cuerda?!?
Continuamos de todas formas un poco más adelante, cruzamos el puente colgante y allí estaba esperándonos un gran número de vías. ¿Cuál escoger? Muy fácil, Adri es el encargado de dicha elección. Él subirá de primero para que los profesionales solo tengamos que pasar la cuerda en nuestra ascensión, cuando las chapas estuvieran puestas. Papá Jorge mientras tanto se fue a dar una vuelta.
Típica situación en la que nada puede ir mejor, pero claro, en mi mente y la de Jorge ya asomaba un presentimiento. Fue cuando Adrián colocó la primera cinta.... Sí señores, de ahí no pasó. 1.5 +/- 0,5 m consiguió subir. La excusa: la piedra está muy fría.
Turno de Jorge, lentamente va subiendo y la excusa parece ser buena, bueno no.
La gran conductividad térmica de la roca hizo que no sintiéramos las manos, pero como excusa para no subir más de 2m es bastante mala. Como era de esperar Jorge subió, y bastante. La vía para nuestro nivel era imposible de sacar, me dí cuenta cuando estando yo asegurando a Jorge vi que eso no se lo sacaba.... hasta donde había llegado le costó y ahora le tocaba un bonito extraplomo.
-Raúl, bájame... esto es imposible. Me dijo después de estar un rato colgado para descansar y pensar como meterle mano al asunto.
-Oookk!, venga para abajo.
Ahora me tocaba a mí, si Jorge un fue capaz... lo veía complicado. Valor y para arriba.
Un poquito de magnesio por aquí, grigri enganchado.... todo okay.
Consigo llegar hasta la última chapa colocada por Jorge, ni una más. Entre tanto llegó el presi y me dijo que no me importara dejar un mosquetón en esa chapa y bajar... Dicho y hecho, allí se quedo el valiente, con mucha pena porque seguro que iba a pasar frío pero bueno.
Durante todo este tiempo nuestro querido Adrián se entretuvo en construir un camino alternativo para cruzar el riachuelo... ¡Un verdadero crack!
Bien, no ha estado mal del todo (¿con estas cosas se aprende no?). Recogemos todas las cosas más o menos y volvemos a la vía ya montada. ¿A que no adivináis quien iba a ser el encargado de catarla? Claro que sí, no podía ser otro.
Ya con el arnés puesto (es costumbre que no se lo quite ni cuando está todo totalmente recogido y listos para marcharnos) solo le quedaba amarrarse y empezar a subir cual gato por un árbol...
Si antes solo consiguió poner la primera chapa, ahora ni eso, bueno sí, la puso sirviéndose de mis brazos y los de Jorge como apoyo. Nada que decir, Jorge y yo después tampoco conseguimos subir, estuvimos un rato intentándolo y claramente esa vía se escapaba a nuestro nivel. ¿¿Pero cómo no intentarlo teniendo las cintas puestas??
Y hasta aquí una buena mañana de escalada, aunque pueda parecer lo contrario. Carretera y manta... a descansar.
El sábado 19 de Marzo vamos a ir al mismo sitio, con algo de suerte incluso podamos rescatar a el mosquetón perdido...
RAUL.
1 comentario:
Dia9/7/2013...Hola soy María desde Jaén...ayer día 9 estuve junto a mi familia visitando los cahorros fue increíble me encantó lo pasamos genial espero poder volver pronto ...y decirle a Raúl el protagonista de esa historia que espero poder seguir leyendo aquí sus experiencias y que mucha suerte en sus escaladas...un saludo.
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