Este fin de semana se ha realizado la tradicional actividad de alta montaña dirigida para la sección de senderistas. (Ya es la cuarta).
Aunque la participación ha sido menor que en años anteriores, esta no ha mermado la calidad de la actividad, hemos podido disfrutar tanto de la montaña como de la convivencia y ya estamos animados para organizar la próxima.
El sábado 8 subimos el cerro de Jabalcón situado en Zújar. La subida, si bien es muy pendiente, no tiene gran dificultad, se trata de un buen carril que va dejando atrás la hoya de Baza. Al alcanzar el collado aparece ante nosotros el pantano del Negratín, el mayor de Andalucía y con un aspecto impresionante ya que es la 1ª vez que está tan lleno. En una de las simas hay una preciosa Ermita dedicada a Nuestra Señora de la Cabeza. Allí realizamos fotos y tomamos un primer tentempié además de disfrutar de unas vistas impresionantes.
Tras este breve descanso, iniciamos la travesía para alcanzar el monolito del punto geodésico, lo que sucedió entorno a las 13 horas. Tras esto iniciamos el retorno y la bajada que finalizamos en los baños de Zújar, donde además de sumergirnos en sus aguas termales, pudimos degustar en el restaurante los platos típicos de la zona.
Desde este punto y como nuevos nos fuimos para Dólar salvo Juanmi y David que fueron para el puerto de la Ragua a recoger a Gustavo este había realizado una travesía muy exigente desde el Postero alto. En Dólar nos alojamos en las casa rurales del Espantapájaros donde nos trataron a cuerpo de rey.
Al día siguiente y ante el temor de mal tiempo decidimos levantarnos a las 6 de la mañana para iniciar muy temprano la subida al Chullo.
El camino está bien señalizado y nos vino muy bien ya que las condiciones de subida eran bastante duras. El viento era constante y con rachas tan fuertes que estuvieron a punto de tirar al suelo a mas de uno. En algunas ocasiones las nubes llegaron a tapar la visibilidad entre nosotros.
Paramos unos minutos en el refugio que está sólo a unos 20 minutos de la cumbre y rápidamente nos dirigimos hacia ella. Cerca del monolito el viento era tremendo, las nubes no nos dejaron ver el paisaje así que estuvimos el tiempo justo para sacarnos las fotos de rigor y salir corriendo para abajo. De bajada volvimos a parar en el refugio y entre vasos de vino (gentileza de David) comenzaron los planes de la próxima actividad, parece que será Sierra Mágina.
En resumen, fue un gran fin de semana ya que pudimos realizar nuestra afición en condiciones de autentica alta montaña, la convivencia fue muy agradable y nos reímos bastante, aunque echamos de menos algunos compañeros que no pudieron venir.
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